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Crítica:

Bajo los techos de París

"Siempre nos quedará París, el cine, / unas cuantas canciones...

", dice en un poema Carlos Pujol, porque es poeta, de Esta verdadera historia, y ha traducido poesía, francesa, porque es traductor, y ha escrito sobre literatura, francesa, porque es crítico, y ha dedicado biografías a Voltaire y a otros autores franceses, porque es ensayista, y ha escrito novelas, sobre la Francia del XIX, porque es novelista. A Pujol, que reverencia a Stendhal, como el viejo Gastón de esta espléndida novela, Los días frágiles, no le da ningún reparo prologar -y elogiar- a Simenon, a Agatha Christie, a John Le Carré (es autor, Pujol, él tan afrancesado, de varias novelas, magníficas, a la manera de las policiacas inglesas, de enigma y deducción, de neuronas y sentido común). Pujol andaba dándole vueltas a una novela de París, 1940, de cuando los días -horas- previos a la ocupación alemana, y le ha salido ésta, y vaya que si le ha salido. Un relato espléndido, el ir y venir, por las calles de París, de un trío increíble: un joven, atolondrado y refugiado español, un ciego aficionado a los chistes sobre la vista (tiene un discreto estar, pero siempre se le ve, vaya, ése es uno de los chistes fáciles del ciego), y un viejo vagabundo, lastimado y abandonado, escritor de bulevar, competidor de Gide, y que suspira por Stendhal: entrañable el viejo Gastón. Y ese trío, desorientado en la noche previa a la entrada de los boches, tras la huella de una enigmática mujer, ladrona de guante blanco, inasible como Fantomas y falsa como Mata Hari. Y en torno a ellos, el honrado pueblo parisiense (el resto, ya se sabe, es provincia), taberneros, criadas (a lo Simenon: frágiles, cariñosas y enamoradizas), porteras, policías, ciclistas, gente que huye, que va y viene, por las calles, mientras la Resistencia se hunde. En este paisaje convulso y asustado, Pujol homenajea los ambientes de Simenon y las películas de Renoir y René Clair, todo lo que asoma bajo sus techos, y lo hace con una asombrosa sencillez, toda una lección de cómo puede escribirse una historia sin afectación y con mucha sabiduría.

LOS DÍAS FRÁGILES

Carlos Pujol

Edhasa.Barcelona, 2003

209 PÁGINAS. 16 EUROS

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de octubre de 2003

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