Las filtraciones del borrador de Acuerdo de Asociación que la Unión Europea negocia con Marruecos, que incluyen la supresión de los aranceles sobre el tomate y el calabacín, han desatado las iras de La Unió-Coag de Llauradors cuyos responsables temen que tales concesiones se extiendan a cultivos como las clementinas, los melocotones, judías verdes, pepinos y fresas.
El acuerdo que Bruselas negocia con Rabat "deja manos libres a las autoridades marroquíes para exportar cantidades ilimitadas de tomate en las condiciones del acuerdo del GATT y consiente un aumento del 46% del contingente de tomate marroquí libre de arancel y con precio de entrada reducido", explica una nota de La Unió-Coag. "En el caso del calabacín, con el nuevo acuerdo se pasa de 5.000 a 20.000 toneladas la cantidad de producción marroquí que puede venir a la UE con arancel cero", añade.
Joan Brusca, secretario general de La Unió-Coag, apuntó que los costes de producción en Marruecos son muy inferiores a los que arrastran los agricultores valencianos porque los marroquíes "no tienen que cumplir las costosas normas comunitarias de cultivo en cuestiones medioambientales y de seguridad alimenticia, ni cuentan con unos costes de protección social dignos para los trabajadores".
La Unió-Coag anunció que se sumará a la manifestación de organizaciones de agricultores de toda España prevista en Madrid y cuya fecha aún no se ha fijado para expresar su oposición a las concesiones de Bruselas a Rabat.
Brusca lamentó "la actitud derrotista del Ministerio de Agricultura o la desinhibición de la Generalitat, que contemplan impasibles las innumerables ventajas agrícolas que gracias a estos acuerdos se apuntan países como Francia con el cereal". Y concluyó: "Si no se frena ahora el acuerdo con el tomate dentro de poco estaremos lamentándonos por las clementinas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de octubre de 2003