El Comité de Competición de la federación española acordó ayer el cierre por cuatro partidos el estadio de Castalia tras la agresión que sufrió el árbitro catalán, Téllez Sánchez, en el partido de la Copa del Rey que enfrentó, el pasado martes, al Castellón y al Valencia.
El encuentro fue suspendido en el minuto 82 después de que una pieza de plástico de una butaca del estadio, y no la batería de un teléfono móvil, como en un principio trascendió, impactara en el rostro del árbitro, que acababa de señalar un penalti a favor del Valencia, provocándole una pequeña brecha en la frente. Éste decidió suspender el encuentro con 1-1 en el marcador.
Competición calificó ayer los incidentes de "muy graves" y decidió que los ocho minutos que restan, con el penalti a favor del Valencia, se jueguen en el estadio de Castalia a puerta cerrada. La federación determinó dar un plazo de cinco días a ambos clubes para que fijen qué día se reanuda el partido, que tiene que jugarse antes de la siguiente eliminatoria, prevista para el próximo 17 de diciembre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de octubre de 2003