José María Aznar dio ayer por segura la victoria de Esperanza Aguirre en las elecciones del próximo día 26 porque "Madrid no necesita un lío sino un buen Gobierno". Aseguró que "una cosa tan seria" como los 12.500 millones de euros, los dos billones de pesetas, del presupuesto de Madrid, peligraría en manos de la izquierda: "¡Con lo que hemos visto!". Y reclamó al líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, que pida públicas disculpas por "haber acusado al PP de organizar un golpe de Estado", por decir que "tenía pruebas irrefutables" de que era "lo más grave desde el 23-F".
"Sería muy interesante que el secretario general del PSOE actual pidiera disculpas por haber acusado al PP de haber organizado un golpe de Estado, y por haberle dicho a la sociedad española que lo que tenían ellos montado en su partido [el PSOE] era lo más grave que había sucedido desde el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981", retó Aznar a Zapatero en el primero de los tres actos de campaña de Esperanza Aguirre en los que tiene previsto participar. "Una persona responsable debe pedir disculpas cuando dice eso, y si dice que tiene pruebas irrefutables que avalan esa información y no las presenta nunca, debe disculparse dos veces: una por haber calumniado al adversario y otra por haber mentido a los ciudadanos".
Poco después de la deserción de los ex diputados socialistas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, el PSOE anunció que tenía pruebas que demostrarían la implicación del PP en una trama calificada como el mayor golpe a la democracia tras el 23-F. En el debate parlamentario sobre el estado de la nación, Aznar reclamó a Zapatero esas pruebas y éste le replicó: "Los ciudadanos, por sentido común, saben una cosa: demasiadas coincidencias más muchas mentiras igual a culpabilidad".
Tras el recordatorio de la comparación de la crisis de Madrid con el 23-F, Aznar reiteró la tesis del PP sobre la presunta trama: "Para tapar sus problemas, se inventaron todo lo que se inventaron. Todavía tengo curiosidad de que me digan cuál era la trama que había montada. Sobre todo que me expliquen bien la trama que tenían montada dentro de su partido", ironizó. Después se burló de que el PSOE haya tildado a Tamayo y Sáez de "manzanas podridas" dentro de la FSM. Pidió que le cuenten "qué les debían a las manzanas podridas, por qué colocaron a esas manzanas podridas y por qué no las retribuyeron como habían quedado".
Todo eso para concluir que los madrileños tienen "una aspiración razonable, tener un buen Gobierno en Madrid y no cualquier chapuza". "En Madrid nos jugamos mucho", añadió.
Aunque el objetivo era pedir el voto para Esperanza Aguirre, Aznar no olvidó hablar "de lo demás". Sobre Cataluña recordó las declaraciones sobre el trasvase que hizo hace una semana el líder del PSC, Pasqual Maragall: "Ya vemos lo que se dice en Cataluña cuando se habla del agua para los que la necesitan. Así es la solidaridad socialista: al que la necesita, ni una gota de agua".
Antes había resumido en dos los "elementos básicos del análisis político" que es "incapaz" de hacer el PSOE. "El primero es garantizar la cohesión del país". El segundo es "no querer asumir los cambios, para bien, que se han producido en España en los últimos siete años y medio".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de octubre de 2003