En el número de ayer de su periódico se incluye una carta de la otrora número dos de la candidatura del PSOE a la Comunidad de Madrid y hoy en un puesto de menos trascendencia, en la que, con el título de "Los negocios de Esperanza Aguirre", la decadente candidata socialista incurre en todas las falacias que, desde que estamos en campaña electoral, repiten aquellos políticos que, ayunos de auténticos argumentos, creen que los insultos y las descalificaciones por razón de nacimiento, aspecto físico, estado civil u origen familiar pueden sustituir los limpios razonamientos que nos exigen los ciudadanos. A este respecto, y puesto que su periódico ha publicado esta carta, quiero dejar claro:
1. Ni yo, ni mi marido, ni mis hijos, ni mis suegros, ni mis cuñados, ni por supuesto mi madre, ni mis hermanos somos propietarios de un solo centímetro cuadrado en el término municipal de Yebes (Guadalajara).
2. La decisión de convertir ese término municipal, que hoy es un pequeño pueblo de apenas dos centenares de habitantes, en una ciudad de 9.000 viviendas es una competencia urbanística de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que preside José Bono, y es José Bono el responsable último de esa decisión.
3. La propiedad de la familia de mi marido en la provincia de Guadalajara se encuentra situada a más de media hora en coche de la nueva estación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de octubre de 2003