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Cuba afirma que jamás permitirá la transición con que sueña EE UU

Los cancilleres cubano y argentino normalizan las relaciones entre ambos países

El Gobierno de Fidel Castro jamás permitirá la "transición" que Estados Unidos desea promover en Cuba. Así de clara fue la respuesta de La Habana a las nuevas medidas para endurecer el embargo anunciadas por Washington el viernes pasado, con las cuales, asegura Cuba, George W. Bush está pagando deudas electorales y trata "de complacer los criminales reclamos de la mafia terrorista de Miami". Al mismo tiempo, el canciller de Argentina, Rafael Bielsa, y el de Cuba, Felipe Pérez Roque, sellaban la normalización de las relaciones bilaterales, congeladas desde 2001.

Los dos ministros asistieron por la mañana a la presentación de cartas credenciales del nuevo embajador del Gobierno de Néstor Kirchner, Raul Taleb, quien llega a la isla dos años y medio después de que el ex presidente Fernando de la Rua retirase al anterior embajador, a raíz de que Fidel Castro calificara a su Ejecutivo de "lamebotas yanqui" por votar contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

Bielsa y Roque firmaron por la tarde varios acuerdos de colaboración económica y en las esferas de las relaciones culturales y políticas, y anunciaron que el presidente argentino, Néstor Kirchner, podría viajar a La Habana el próximo mes de febrero. Bielsa afirmó además que su país apoyará la firma de un acuerdo entre Cuba y el Mercosur cuando su país asuma la secretaría pro tempore de ese mecanismo regional. Ambas delegaciones acordaron celebrar en febrero la Comisión Mixta Económico Industrial, congelada desde el año 2001, y reactivar 15 proyectos de cooperación financiados por el Fondo Argentino de Cooperación Horizontal.

Deuda cubana

El responsable de la diplomacia argentina aseguró que se había iniciado un proceso de intercambios "serio" para llegar a posibles soluciones sobre el tema de la deuda cubana, ascendente a 1.900 millones de dólares, y anunció que, para empezar, enfermos de su país comenzarán a ser atendidos en Cuba.

Pérez Roque consideró que la vista de Bielsa a La Habana marcaba "el nacimiento de una nueva era en las relaciones" entre los dos países, y dijo que no era casualidad que el impulso dado a las relaciones entre Cuba y Argentina, como la sintonía creciente entre la isla y los Gobiernos de Brasil y Venezuela, coincidiese con el intento de EE UU de recrudecer el embargo. "Es una muestra de la creciente independencia de América Latina y del rechazo a la política norteamericana", afirmó Roque, señalando que la Unión Europea se había sumado al tren de las presiones estadounidenses contra Cuba, "pero subido en el último vagón".

El 10 de octubre, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunció el reforzamiento de las restricciones a los viajes de estadounidenses a Cuba y la creación de una "comisión presidencial para la asistencia a una Cuba libre", entre otras. "La Casa Blanca paga de esta forma el fraude y los trucos escandalosos de esa mafia en los comicios presidenciales del año 2000", consideró ayer la Cancillería cubana, en referencia al recuento de votos en el Estado de Florida que dio una controvertida victoria a Bush en las últimas elecciones de EE UU.

Sobre la creación de una comisión presidencial encabezada por el secretario de Estado, Colin Powell, con el objetivo de "planificar" una transición a la democracia en la isla, la Cancillería cubana denunció que se trata de un intento de "derrocar a la Revolución cubana". "La transición soñada por Bush y sus acólitos de la mafia de Miami no ocurrirá nunca en Cuba. Nuestro país está en transición, sí, pero es una transición hacia más Revolución", dice la declaración oficial.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de octubre de 2003