Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Bloqueo en el conflicto de Repsol a la espera del reinicio de negociaciones

Las centrales piden la intervención de Zaplana

La refinería de Repsol YPF en Puertollano se mantuvo ayer paralizada por segundo día consecutivo por la huelga indefinida que iniciaron el lunes los cerca de 3.500 trabajadores de las subcontratas de la petrolera, que demandan mejoras salariales. Durante una manifestación que reunió a más de 3.000 personas entre empleados, familiares y estudiantes, CC OO y UGT pidieron al Gobierno que intervenga para desbloquear el conflicto. Sindicatos y empresas subcontratistas trabajan contrarreloj para alcanzar un acuerdo.

Todo Puertollano (Ciudad Real), que depende básicamente de Repsol para sobrevivir, está con los trabajadores en huelga, un conflicto que se arrastra desde que una explosión en las instalaciones, el pasado 14 de agosto, costó la vida a nueve empleados de las subcontratas. Tras la manifestación de ayer, los sindicatos han convocado otra para hoy a las 19.00 horas y han pedido a comercios y bares que cierren a partir de esa hora.

El malestar se puede agudizar porque algunas empresas encargadas de limpieza industrial, ensacado, oficios varios y transporte interno de carretillas, que agrupan a unos 250 trabajadores, han empezado a recibir la comunicación de suspensión de contrato.

Los piquetes seguían ayer apostados (a veces bajo una fuerte lluvia) en las dos carreteras de acceso a las plantas de Repsol para impedir la entrada de buena parte de los 2.000 empleados que la compañía tiene en plantilla, y rodeados de una fuerte presencia policial. Unos 370 efectivos antidisturbios montaban guardia en una treintena de furgonetas.

En un ambiente caldeado, los piquetes dejaron entrar a los trabajadores imprescindibles para garantizar la seguridad de la planta del turno de las 6.00, pero el relevo de las 14.00 tuvo que dar media vuelta, por indicación de los huelguistas, y los empleados de la mañana tuvieron que hacer jornada doble hasta las 22.00. A esa hora sí se permitió la entrada de otro turno de refresco. Un centenar de trabajadores compone cada uno de los turnos. Pese a la fuerte presencia policial, no hubo incidentes ni se registraron cargas de los antidisturbios.

Con consignas como "obreros y estudiantes, unidos y adelante" y "somos obreros y no terroristas", más de 3.000 empleados, familiares y estudiantes de secundaria se concentraron por la mañana para apoyar a los trabajadores en huelga. Los secretarios provinciales de UGT y CC OO de Ciudad Real, Maite Fernández y Jesús Camacho, exigieron la intervención del ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, en el conflicto. Esta reivindicación es "justa y pacífica", aseguró Fernández, quien pidió a Zaplana que "se entere de lo que está pasando en Puertollano". "El Gobierno debe tomar cartas en el asunto y hablar con Repsol, porque eso no cuesta tanto", añadió.

El secretario de Estado de Energía, José Folgado, expresó en Madrid su deseo de que empresas y trabajadores lleguen en breve a un acuerdo. Mientras tanto, sindicatos y empresarios enviaron a la Dirección General de Trabajo de la Junta de Castilla-La Mancha sendos documentos con propuestas para reanudar las negociaciones, que se rompieron el sábado pasado. El principal escollo está en la petición de un plus industrial, por el que los trabajadores de las subcontratas cobrarían seis euros diarios más, pero los empresarios sólo parecen estar dispuestos a aceptar que ese plus lo perciban los empleados del metal y de la construcción, y no los de limpieza, seguridad y transporte.

"Nuestros salarios van de los 720 a los 870 euros, una miseria por ocho horas trabajadas al día", explicaba en uno de los piquetes Fulgencio Ruiz, del comité de huelga y secretario de la Unión Comarcal de Comisiones de Puertollano. Él está convencido de que, "sin el visto bueno de la alta dirección de Repsol, no hay nada que hacer", y asegura que están dispuestos a "aguantar mientras tengamos fuerzas". Tanto los sindicatos como las empresas contratistas han tomado con mucha cautela el posible reinicio de las negociaciones.

El segundo problema radica en concretar quién pagaría ese plus. Repsol considera que este conflicto es "entre los contratistas y sus trabajadores y a ellos corresponde negociar".

La petrolera asegura que el coste por hora y hombre que paga a las subcontratas se ha incrementado más de un 300% desde 2000.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de octubre de 2003