"Estoy en contra de que los diputados tránsfugas se aprovechen de las ventajas que otorga la pertenencia a un grupo como es el Mixto. Una solución puede ser, sin duda, la creación del diputado no adscrito. A todos los ciudadanos nos llama la atención que el PSOE quiera ahora luchar contra el transfuguismo cuando, hace 14 años, multiplicó por cinco la asignación a ese Grupo Mixto para premiar al tránsfuga Piñeiro, el que permitió al PSOE gobernar seis años, en otra demostración más de la doble vara de medir que tienen los socialistas en cuestiones de moral y rectitud democráticas. Lo primero que habría que hacer es replantearse la figura del Grupo Mixto ya que nunca habrá un partido que obtenga menos de cinco diputados, por lo que ese grupo, tal y como se concibe ahora, sólo puede ser un refugio de tránsfugas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de octubre de 2003