Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
REVUELTA SOCIAL EN BOLIVIA

Miles de bolivianos celebran en las calles la renuncia de Sánchez de Lozada

Los líderes del estallido social dicen que las movilizaciones continuarán hasta que haya sucesión

Al grito de "Jallalla (viva) Bolivia" algunos indígenas aimaras saludaron las primeras informaciones sobre la dimisión del presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada, mientras miles de manifestantes campesinos, mineros y gremialistas se dieron cita en la plaza de San Francisco para celebrar la anunciada renuncia, que iba a ser oficial en una sesión del Congreso. Los principales dirigentes de esta asonada coincidieron en expresar su satisfacción por la salida de Sánchez de Lozada, pero advirtieron que "las movilizaciones van a continuar" en tanto no se produzca la sucesión constitucional.

"No es la victoria final, pero es una batalla ganada por el pueblo boliviano hacia la recuperación de la verdadera democracia", dijo el Coordinador por la Defensa del Gas, Óscar Olivera, en Cochabamba al admitir que existe un sentimiento de satisfacción por el desenlace del conflicto, de acuerdo a las exigencias populares, pero existe la convicción de que se mantendrán vigilantes para que las nuevas autoridades cumplan lo señalado por la población.

En varios puntos de la ciudad central de Cochabamba se levantaban los bloqueos y se sacaban altavoces con música para alegrar un ambiente demasiado tenso los últimos cinco días. "No sabe cuánto le agradecemos que se vaya, pues es la mejor manera de pacificar el país", dijo un joven. En La Paz, la ex Defensora del Pueblo Ana María Campero declaró que existe "contento" pero se espera que la renuncia sea pública, aunque la huelga de hambre, que ella inició el pasado miércoles y que fue apoyada por unas 750 personas "no va a levantarse hasta ver cómo se efectúa la transición que, en aras de la paz, esperamos que sea lo más pronto posible y con la mayor transparencia".

El secretario ejecutivo de los sindicatos aimaras del altiplano, Felipe Quispe, dijo que mientras no se conozca la renuncia oficial en el Parlamento "no puedo dar mi opinión mientras el carnicero continúe en el Gobierno", pero aseguró que nadie volverá a sus lugares de origen hasta conocer qué va a pasar después en el Parlamento. "Hemos estado movilizados muchas semanas, podemos estar muchas más en La Paz", aseguró.

El principal opositor del Gobierno de Sánchez de Lozada, el diputado Evo Morales, reiteró en Cochabamba su apoyo a una salida constitucional pero, dijo que esperaba conocer el texto de la dimisión y la manera en que se viabilizará la sucesión constitucional en el Parlamento con la elección del vicepresidente Carlos Mesa. Mientras tanto, aseguró que los productores de coca mantendrán sus medidas de presión.

Miles de mineros entraron en La Paz haciendo detonar pequeñas cargas de dinamita en medio de aplausos de la población, mientras que en Cochabamba miles de lugareños llegaron hasta el centro de la ciudad para realizar un acto de desagravio de la bandera boliviana. Durante dicho acto, un niño y un anciano, lavaron la bandera nacional como un gesto simbólico de limpiar la sangre derramada durante el Gobierno de Sánchez de Lozada.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de octubre de 2003