Un joven de 28 años engrosó ayer los índices de siniestralidad laboral al morir aplastado por la máquina con la que trabajaba en una empresa de fabricación cerámica ubicada en la localidad castellonense de Almassora. De momento se desconocen las causas del siniestro aunque tanto el comité de Salud Laboral de la firma, dedicada a la producción de pavimento y revestimiento cerámico, como el departamento de Trabajo de la Generalitat esperan poder determinar cuál fue el origen del suceso.
El ahora fallecido había comenzado su turno de trabajo poco más de una hora antes del accidente y se encontraba, en ese momento, acompañado por su padre. Alrededor de las 7.30 de ayer la máquina que estaba utilizando se le cayó encima lo que le causó un mortal traumatismo craneoencefálico. Pese a la asistencia que intentaron prestarle los medios sanitarios que acudieron a la fábrica, los médicos no pudieron más que certificar su muerte por "aplastamiento craneal", según indicaron fuentes del Centre de Coordinació d'Emergències de la Generalitat en Castellón.
Poco después, la Junta de Salud Laboral se reunió con representantes de la empresa con el objetivo de iniciar la investigación, cuanto antes, para determinar las causas del accidente. Sin embargo, tal como expresó uno de los miembros del comité de empresa, Miguel García, el hecho de que fuera el padre del fallecido la persona que se encontraba junto a él en el momento del suceso y el único que puede aportar, de momento, algún dato, retrasó el inicio de la investigación.
El hombre, una vez certificada la muerte de su hijo, hubo de ser atendido de un shock nervioso y su estado recomendó que fuera trasladado a un centro hospitalario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de octubre de 2003