La mitificación de un colega puede inhibir la crítica, o hacerla en exceso benévola, pero la calificación de "cubo" y "mazacote", con las que el señor Carmelo Encinas se ha referido a las obras de Rafael Moneo en el Museo del Prado y en el casco urbano de Ávila sólo denota un conocimiento exterior y poco profundo de las obras, que además no han sido concluidas.
Coincido totalmente en que la arquitectura debe estar al servicio del hombre y de la sociedad, y que los políticos deben ocuparse de que así sea; sólo sugiero una cosa, y es que se dejen asesorar por los arquitectos, si es posible por los mejores, y, en mi muy modesta opinión, Rafael Moneo pertenece a este grupo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de octubre de 2003