Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Angel Unzu se rodea de colaboradores en su segundo disco

Laida, subsello de la discográfica donostiarra Elkarlanean creado para editar "exquisitas músicas y trabajos instrumentales", ha ampliado su catálogo con Melodías de piel, segundo larga duración de Angel Unzu. El guitarrista pamplonés presenta como un "disco de tocautor, aunque suene fatal", un álbum relajante y lleno de suaves desarrollos instrumentales.

"Es un disco de estilo indefinido. Hay colores de jazz porque hay improvisación, que es el elemento más característico del género, pero hay temas que se salen totalmente del lenguaje jazzístico. Lo más normal parece empezar tocando heavy metal, pero yo empecé con temas de George Benson y Weather Report, por lo que en cierto sentido es un poco una vuelta a los inicios", afirma Unzu al tratar de etiquetar un repertorio compuesto por nueve temas propios y una adaptación de Memoria e fado, obra de Egberto Gismonti.

Angel Unzu ha colaborado con la Orquesta Sinfónica de Euskadi y con colegas como Amaia Zubiria, Anje Duhalde y Kepa Junkera, es arreglista, profesor y ha producido los últimos discos de Benito Lertxundi y Alaitz eta Maider. Con anterioridad, en 1996, editó un primer álbum en solitario, 13 solos, en el que sólo ve una diferencia respecto al nuevo: "Principalmente, el acompañamiento. Ahora necesitaba estar rodeado de músicos para acercarme más al lenguaje jazzístico".

Entre los colaboradores a los que alude se encuentran Iñaki Salvador, los contrabajistas Gonzalo Tejada y Julio Andrade (Kepa Junkera), el percusionista Iñigo Egia (Oskorri), la orquesta de cuerda Et Incarnatus, el Alos Quartet, también de cuerda, y el quinteto de viento Boskoitz.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de octubre de 2003