Que manía se tiene en confundir, en ocasiones maliciosamente y otras muchas veces por común ignorancia, al hacer la comparación del desorden, el pillaje, los actos vandálicos y el caos con el anarquismo; sobre todo siendo esta bella ideología y forma de ver la vida algo difícil de explicar y entender.
Ya sé que esta carta no cambiará nada y la gente seguirá pensando lo que siempre ha pensado (¿o no?), pero es una forma de desahogarme ante el bombardeo constante que recibimos, sobre todo por parte de los medios de comunicación que al informar de algún noticia de caos y desorden (últimamente lo que esta pasando en Irak), terminen dándoles el calificativo de anarquía.
Si se piensa que los anarquistas, "son unos ingenuos, porque ese ideario es imposible que se lleve a cabo", yo digo a esto, que respeten esta ingenuidad y que no se manipule el significado de esta ideología, porque la ausencia de poder, como es definida en el diccionario, es sustituida por una libertad responsable que da lugar a la más alta expresión de orden y justicia organizada.
Por último una reflexión: desde siempre el mundo ha estado dirigido y controlado por poderes que han producido guerras, explotación, delincuencia, desigualdades sociales, etc. Esto sí que es caos y desorden y no el anarquismo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de octubre de 2003