Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
OPINIÓN DEL LECTOR

Desgracia

El pasado lunes, por desgracia necesité del servicio de una ambulancia en la provincia de Madrid -exactamente en la localidad de Las Matas-. Mi hija de dos años tuvo un traumatismo craneoencefálico producido por una caída desde 2,50 metros de altura.

Entre varios vecinos y amigos la trasladaron al centro de salud más próximo y desde allí solicitaron el desvío de la niña al hospital La Paz a través de una ambulancia debido a su gravedad. Pues bien, pasadas las dos horas y media y sin saber absolutamente nada de cuándo llegaría esta ambulancia decidimos, desesperados, solicitar una privada, la cual tardó 5 minutos en llegar. Mi hija por fin llegó al hospital tres horas después de haber sufrido el accidente. ¿Cómo se pueden permitir jugar así con las vidas de las personas? Cuando llegó la ambulancia del Imsalud al centro de salud comentaron que era lo normal, que la concesión de las ambulancias de la Comunidad de Madrid se la han cedido a una empresa privada y esto era lo normal en su manera de funcionar.

Responsables de Sanidad, espero que no se vean nunca en esta situación tan desesperante e impotente y eviten situaciones de riesgo de las que más tarde la Administración pudiera lamentarse.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de octubre de 2003