La base militar de Armilla ha vuelto a convertirse en un albergue solidario. Como ya ocurrió en primavera, un nuevo grupo de unos 70 niños iraquíes pasarán en ella tres semanas de vacaciones en las que tratarán de olvidar el horror de la guerra y las penurias por las que atraviesa su país. Los niños aterrizaron sobre la media noche del jueves en la base militar de Málaga y desde allí viajaron en autocares hasta Armilla. Durante sus vacaciones conocerán La Alhambra, Sierra Nevada, el desierto de Tabernas, las cuevas de Nerja e Isla Mágica. En el mismo vuelo viajaron también otros 11 niños de entre 18 meses y 14 años que serán tratados en centros hospitalarios de Murcia y Madrid de enfermedades o lesiones que por falta de recursos no pueden ser curadas en Irak.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de octubre de 2003