La Caixa ganó 657 millones de euros hasta septiembre, un 33,3% más que en los primeros nueve meses de 2002, con lo que deja atrás la caída sufrida el año pasado por sus participadas en Argentina. Las plusvalías obtenidas por la venta del 39,9% de Saba a Acesa y del 2,8% del Banco Popular de Puerto Rico se han compensado con las provisiones y saneamientos extraordinarios y no se han computado en el beneficio.
La caja destacó el crecimiento, en un 19,7%, del negocio bancario, que se situó en 195.569 millones, en un contexto de márgenes más estrechos por la mayor competencia y con los tipos de interés bajos. La inversión crediticia aumentó un 21,4%, incluyendo las titulaciones hipotecarias, pese a lo cual la morosidad se mantuvo estable (0,5%), mientras los recursos, que totalizaron 119.925 millones, avanzaron un 18,6%. Este buen comportamiento se vio reflejado en la subida del 10,7% del margen de intermediación. El peso de las empresas participadas (la Caixa cuenta con la mayor cartera industrial de España) en sus resultados es significativo, 885 millones de euros, aunque retrocede un 15,4%, por el contexto de ralentización económica internacional y por el comportamiento de los mercados de capitales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de octubre de 2003