José María Aznar afirmó en su discurso que la "razón profunda" de la conferencia era el "retorno de Irak al seno de la comunidad internacional, su normalización como Estado", y que su celebración era "gran y pacífico mentís" a los terroristas que quieren "volver al pasado". "Estamos apostando", continuó, "no sólo por una reconstrucción material; lo hacemos sobre todo por la recuperación de la dignidad de un pueblo; por la estabilidad de una región; por nuestra propia credibilidad como sociedades libres".
El presidente español dijo que sin reconstrucción no sería posible un nuevo Irak y que no se podía facilitar la tarea a "cuantos en la clandestinidad se oponen a este proyecto, mediante el atentado masivo y el asesinato. No demos ningún crédito a sus actos de intimidación y terror contra la presencia internacional". Así, Aznar animó a los iraquíes y a la comunidad internacional a seguir "trabajando en paz para remediar las carencias profundas de bienestar, tras décadas de un régimen tiránico y empobrecedor".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de octubre de 2003