El ministro de Finanzas iraquí, Kamil al Gailani, asesorado en todo momento por un miembro de la Administración estadounidense en Irak (CPA), se mostraba satisfecho con el desarrollo de la Conferencia de Donantes, cuando aún no se conocían las cifras totales, aunque sí se habían anunciado ya las más importantes. "La conferencia ha sido un éxito para nosotros", dijo. Sin embargo, no quiso analizar ninguna aportación en particular.
Al Gailani destacó que el presupuesto para 2004, que se anunció el pasado día 13, "está hecho al 100% por iraquíes", y será financiado "con unos 13.000 millones de dólares de ingresos del petróleo". Y aclaró, a propuesta de su asesor de la CPA, que "el presupuesto es lo mismo que el Fondo para el Desarrollo de Irak [creado por la resolución 1.483, donde van todos los ingresos por petróleo], no hay diferencia", para tratar de disipar las acusaciones que el día anterior hizo la organización Christian Aid de que hay un agujero de 4.000 millones en dicho fondo.
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El ministro explicó las nuevas medidas fiscales para principios de 2004, con unos impuestos "más bajos que en el régimen anterior": un arancel del 5% sobre las importaciones, que no se aplica a productos "como comida, medicinas o libros"; un impuesto sobre la renta con un máximo del 15% y un mínimo del 3%, y el de sociedades, con un 15%. "Estas leyes están pensadas para atraer a las empresas extranjeras", inversiones con las que se pretende "crear empleo" y reducir la tasa de paro, superior al 50%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de octubre de 2003