Con la loable excusa de grabarse un DVD en directo arropado por los numerosos y fidelísimos fans que les siguen desde sus inicios, los gallegos Piratas realizaron en Madrid un tremendo concierto que, aparte de dar fe del extraordinario momento que atraviesa el grupo, permitió revisar, bajo la clave sonora de su último disco, Relax, los viejos y nuevos éxitos de un quinteto preocupado por el sonido y la coherencia y que ha dado en la clave del éxito a base de tenacidad.
Iván y sus socios plantearon un largo repertorio que fue subiendo en ímpetu y volumen a medida que trascurría el concierto. Contando con el inestimable apoyo vocal del respetable, que cantó hasta la última coma de las letras del grupo, Piratas arrancaron su concierto con Búnker y Audrey en medio de un despliegue escénico a base de luces y proyecciones de carácter casi hipnótico. La actuación registró sus primeras subidas triunfales con M y la magnífica Años 80, para la que contaron con la encantadora colaboración del dúo Amaral. Tras ello llegó Mi matadero clandestino, y otra personalidad ilustre, Enrique Bunbury, sumó su voz a la de Iván en el tema Teching. Junto a Suso Sáiz, productor de su última obra, cerraron la primera parte del concierto haciendo una intensa versión de El equilibrio es imposible.
Los Piratas
Los Piratas. Iván Ferreiro (voz), Hal 9000 (batería), Alfonso Roman (guitarra), Paco Serén (guitarra y teclados) y Pablo Álvarez (bajo). Sala La Riviera. 15 euros. Madrid, 24 de octubre.
La segunda la comenzarían con una tanda de canciones que, no siendo tan comerciales como las anteriormente citadas, sí revelan la extraordinaria sensibilidad del grupo para hacer melodías emocionales cuyas letras, en perfecto castellano, seducen e invitan a ser aprendidas. Formando una inesperada unión, el grupo invitó nada menos que al Drogas de Barricada a tocar con ellos otra hermosa pieza: Te echaré de menos. Lo demás, de ahí al final, fue un puro subir por la escalera del triunfo total, siendo el último peldaño una recreación más que convincente del My Way de Paul Anka. El mejor colofón, sin lugar a dudas, para una noche de pirateo del sano.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de octubre de 2003