Excelente me parece la iniciativa de la ministra de Sanidad, señora Pastor, de reducir, en algunos casos drásticamente, los precios de muchos medicamentos de uso común. Tan sólo me gustaría pedirle que, ya que de forma súbita parece mostrar un interés inusitado en la protección del ciudadano, continúe su buena racha y, de igual a igual, le haga una llamadita a su colega de Fomento, señor Álvarez Cascos, para preguntarle si por algún casual sería posible poner en práctica algo similar con los precios de la vivienda.
Cientos de miles de ciudadanos se lo agradeceríamos en el alma. E igual hasta incluso bajaba el consumo de Prozac.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de octubre de 2003