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Crítica:INFANTIL / JUVENIL

Protagonistas singulares

Con excelentes ilustraciones, cinco libros relatan historias que van desde las peripecias de las letras hasta un reino de colores, pasando por la importancia de la familia.

Las letras del abecedario, y entre ellas la infeliz eñe; el banco de un parque; Gatipedro, un personaje inventado por Álvaro Cunqueiro, y una irritable Reina de los Colores son los singulares protagonistas de cinco álbumes ilustrados de reciente edición, que sorprenderán, por su originalidad y su gran calidad, a lectores de todas las edades a partir de 6-8 años.

La letra que no tenía trabajo, de Miguel Fernández-Pacheco, con ilustraciones de Javier Serrano (SM), es el álbum ganador del Premio Internacional de Ilustración de la Fundación Santa María 2002, y cuenta las peripecias de una pequeña letra, hija del señor Eme y de la señora Ene, de Copenhague, que nació "diferente" -tenía un mechón en la cabeza-, y que tuvo que hacer frente al rechazo de quienes la consideraban "rara". La incomprendida letra tuvo que irse a otras tierras, en busca de sus iguales, y así llegó a España, donde supo que era una Eñe y no un bicho raro, y donde, por fin, fue feliz. Las letras son también las protagonistas de El bosque de mi abecedario, un alegre poemario de Pedro Villar que conjuga naturaleza, letras y fantasía, ilustrado por el artista gráfico Miguel Calatayud, que es el primer álbum de la nueva colección para niños Libros muy Ilustrados de la editorial valenciana Diálogo.

Y si las letras cobran vida en estos dos libros, en Roberto Elbanco (Corimbo), es un banco, Roberto, el que toma protagonismo, para mostrar a los lectores cómo es, de intensa y mágica, la vida en la pequeña plaza donde él vive las veinticuatro horas de cada día. El conocido autor e ilustrador francés Claude Ponti ofrece un brillante recital de imaginación y humor, con toques surrealistas, en un libro de gran formato en el que los niños descubrirán, sin apenas darse cuenta, mensajes sobre la importancia de la familia, de la superación del miedo, de las dificultades de crecer...

De una de esas dificultades -mojar la cama-, y también en clave fantástica, trata Gatipedro, de Tucho Calvo, un libro-disco de la colección Sondecuento, de Kalandraka. En él, Ada, una niña que tiene ese problema, viaja al mundo de los sueños, donde conocerá al contador de historias, Cunqueiro, y sobre todo a Gatipedro, el malvado personaje culpable de las sábanas mojadas y del llanto, a quien Ada vencerá finalmente. Las ilustraciones, que reproducen composiciones del llamado box art o arte en cajas del artista plástico Antonio G. Caíña, refuerzan el tono onírico y misterioso del relato en este interesante y poco convencional álbum que es un homenaje a Cunqueiro.

Finalmente, La Reina de los Colores, de Jutta Bauer, cuenta las dificultades de una temperamental reina con sus súbditos -los colores-, a causa de sus cambios de humor. Una curiosa exploración de los estados de ánimo a través de los colores, en un álbum lleno de ingenio y dinamismo, muy atractivo.

La letra que no tenía trabajo. Miguel Fernández-Pacheco. Ilustraciones de Javier Serrano. SM. Madrid, 2003. 32 páginas. 11,55 euros. El bosque de mi abecedario. Pedro Villar. Ilustraciones de Miguel Calatayud. Diálogo. Valencia, 2003. 32 páginas. 11,95 euros. Existe edición en catalán. Roberto Elbanco. Claude Ponti. Ilustraciones del autor. Traducción de Margarida Trias. Corimbo. Barcelona, 2002. 48 páginas. 16,75 euros. Existe edición en catalán. Gatipedro. Tucho Calvo. Ilustraciones de Antonio G. Caíña. Música de Javier Santacreu. Kalandraka. Pontevedra, 2003. 40 páginas. 18,50 euros. Contiene un CD. Existe edición en gallego. La Reina de los Colores. Jutta Bauer. Ilustraciones de la autora. Traducción de L. Rodríguez López. Lóguez. Salamanca, 2003. 64 páginas. 9,62 euros.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de noviembre de 2003