El trabajo a tiempo parcial no cuaja en el mercado laboral catalán. Tampoco en el español, que tiene tasas similares. Aunque en ambos casos esta alternativa a la jornada completa ha experimentado un crecimiento de más del 70% en la última década, lo cierto es que España está a la cola de la Unión Europea en la implantación de esta modalidad contractual, eminentemente femenina -las ocupadas en Cataluña a tiempo parcial rondan el 15%, frente al 2,5% de los hombres- y concentrada en el sector de servicios, según explica el profesor del IESE Sandalio Gómez.
"Los factores que frenan el desarrollo del contrato a tiempo parcial son la menor retribución económica, las dificultades de promoción en el seno de la empresa y la elevada eventualidad que, erróneamente, se asocia al tiempo parcial", dice Gómez.- J. C.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de noviembre de 2003