Hace pocos días estuvo en Madrid Francesco Tonucci contando sus maravillosas experiencias de adaptación de ciudades italianas a las necesidades de la infancia. Ideas que muchos ya conocíamos desde hace años y que, de una manera u otra, hemos intentado poner en práctica en Madrid y en municipios de nuestra comunidad autónoma, con diferentes grados de consecución de objetivos. El apoyo político es necesario para que prosperen estos proyectos, ya que adoptar medidas urbanísticas y mejorar la regulación del tráfico son medidas que requieren de una clara colaboración de los gobernantes municipales. Pero esto no es todo. Además, es imprescindible que los conductores y conductoras cambien sus hábitos de ocupación de aceras, pasos de cebra y esquinas, y que respeten a los que no van en coche.
Los espacios del peatón son mínimos en las ciudades, pero, si además los conductores se creen con derecho a ocuparlos, la situación empeora. Las campañas de tráfico, tal y como están enfocasas, no ayudan mucho.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de noviembre de 2003