La Casa del Rey diseñó un plan de seguridad para preservar el noviazgo del Príncipe con Letizia Ortiz

La Casa del Rey diseñó un plan especial de seguridad para preservar el noviazgo del Príncipe de Asturias y la periodista Letizia Ortiz, de 31 años. La operación se puso en marcha antes del verano cuando don Felipe tuvo claro que su relación con la joven iba en serio. El heredero ha querido vivir con la mayor discreción posible esta relación tras sus aireados romances con Isabel Sartorius, hija del marqués de Mariño, y la modelo noruega Eva Sannum.

¿Cómo proteger la relación del Príncipe con uno de los rostros más populares de la televisión nacional? Ésa fue la cuestión objeto de debate en el palacio de la Zarzuela cuando don Felipe solicitó la intervención de los servicios de seguridad de la Casa del Rey para vivir con la mayor discreción posible este amor. La primera decisión adoptada fue mantener "la normalidad" en lo posible. Para ello se estableció un plan sobre quién debía conocer la existencia de Letizia Ortiz en la vida de don Felipe y cómo y dónde debían producirse sus encuentros.

El círculo de personas que estaban enteradas de la relación de la pareja era muy reducido. Los amigos de don Felipe conocían a Letizia, pero sólo los íntimos sabían que había algo más entre ellos. Y sólo un par de amigas de Letizia, ambas periodistas como ella, estaban en el secreto; el resto sabía que tenía "un chico" en su vida, que debía ser alguien importante porque viajaba mucho, pero nadie sospechaba que se trataba del Príncipe. "Cuando os enteréis de quién es os quedaréis de piedra", confesó a amigos y compañeros. Letizia continuó saliendo con su pandilla.

Don Felipe, dentro de esa normalidad recomendada por los servicios de seguridad de la Casa del Rey, también salía a cenar fuera del palacio de la Zarzuela y frecuentaba, como siempre, las discotecas de moda con sus amigos. Incluso en los últimos meses se le vio con varias jóvenes y se especuló con que alguna de ellas era su nueva novia. Mientras, Letizia ocupaba ya el corazón de don Felipe y aparecía en pantalla en el informativo de las nueve en la primera cadena de TVE sin que nadie sospechase nada. El objetivo se cumplía: la relación más importante del Príncipe discurría inadvertida.

Don Felipe y su novia se conocieron hace algo más de un año. Fue el periodista Pedro Erquicia, director de Documentos TV, quien les presentó en un ático de la madrileña calle de Alcalá. Poco después, Letizia acudió a la entrega de los premios Príncipe de Asturias con otros periodistas de TVE, donde la pareja volvió a saludarse. Pero fue la pasada primavera cuando las llamadas de don Felipe a la periodista se convirtieron en frecuentes. Y a comienzos de verano, el Príncipe comentó a los Reyes que había una chica especial en su vida.

Don Felipe estuvo parte del verano en Mallorca, pero cuando concluyeron las regatas se marchó de viaje al extranjero. Por aquellas fechas, Letizia anunciaba a sus compañeros de redacción que se marchaba "sola" de vacaciones a Suramérica. "Como toda relación normal, es natural que la pareja pasara junta algunos días este verano", reconoció ayer una persona muy cercana al Príncipe. Fue al regreso de estas vacaciones cuando don Felipe decidió presentar a Letizia a su familia. Una vez más, sus hermanas, y en especial doña Cristina, fueron sus cómplices. Los Reyes aceptaron encantados a la nueva amiga de su hijo y se aceleró el plan para anunciar el compromiso.

Don Felipe y Letizia han salido juntos a cenar muchas veces en Madrid y lo han hecho en la mayoría de las ocasiones a casas de amigos, aunque también han acudido a restaurantes discretos previamente supervisados por los servicios de seguridad de la Casa del Rey. Los fines de semana que la agenda de don Felipe se lo permitía, Letizia los pasaba con él. Para preservar su intimidad se marchaban fuera de Madrid. Las fincas infranqueables de amigos del Príncipe y Barcelona, donde vive la infanta Cristina y muchos de sus compañeros de vela, han sido los escondites de la pareja.

La discreción con la que la relación transcurría permitió a don Felipe frecuentar, sin levantar sospechas, la casa que Letizia se compró hace dos años en Valdebernardo, un barrio de clase media de Madrid. La prometida del Príncipe vive en un piso alto que ha decorado poco a poco y que escogió por su proximidad con Torrespaña (sede de los informativos de TVE).

Letizia cambió de coche hace poco: dejó su Seat Ibiza por recomendación de la Casa del Rey, que desde la semana pasada ya le ha puesto seguridad especial. La noche del pasado viernes, al terminar su último telediario, se marchó a su domicilio, aunque antes tuvo que cruzar la puerta de TVE, donde ya esperaban una docena de fotógrafos y cámaras. Esa noche, el secreto mejor guardado del último año estaba a punto de romperse. El viernes, el palacio de la Zarzuela ya había dado los primeros pasos para oficializar la relación. El presidente del Gobierno, José María Aznar; la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, y el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ya habían sido informados.

Esa misma noche del pasado viernes, Letizia preparó una maleta y, a primera hora del sábado, se reunió con el Príncipe en algún lugar del extranjero. Anoche, en el palacio de la Zarzuela, la familia real celebraba el 65º cumpleaños de doña Sofía. "Como siempre, la Reina está en palacio con la familia. Vendrá quien pueda", respondió un portavoz sobre la posible presencia en la residencia de don Felipe y Letizia, cuya boda podría celebrarse el próximo 24 de junio según medios cercanos a la familia real en Barcelona, informa Europa Press.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de noviembre de 2003