Érase una vez una Ciudad de los Niños que daban sus pequeñas ideas al Gobierno municipal de Galapagar, hasta que llegó el ogro del PP al poder y se comió este maravilloso proyecto. Parece un cuento, pero no lo es. Ahora, la Ciudad de los Niños, proyecto personal del señor Tonucci, que fue el impulsor en toda Europa de esta iniciativa, ha desaparecido como la incierta Atlántida.
Estos señores del PP están muy poco preocupados sobre lo que puedan opinar sobre su pueblo los niños que residen en él (por ahora no tienen voto útil), pues de eso se trata el proyecto, de que estos mismos expresen sus opiniones sobre cómo mejorar un entorno desde sus pequeños ojos.
Son niños que estaban muy ilusionados con este tema y algunos habían sido democráticamente elegidos por sus compañeros de clase para que les representaran, les escucharan y llevaran sus propuestas de mejora del pueblo a las altas instancias del municipio.
De repente, y como siempre, alegando falta de presupuesto y de vicios heredados del anterior partido gobernante (léase PSOE) estos señores se cepillan de un plumazo un proyecto muy bonito, del que estaba incluso enterado el Defensor del Menor. Nosotros, los padres de estos niños, que no entienden de politiqueos baratos, nos vemos en la difícil situación de explicarles que todo lo que se había creado alrededor de ellos ya no existe, y que jamás podrán participar del desarrollo de su pueblo. Es lamentable, pero es la realidad que ahora vemos. Espero que lean esta misiva y recapaciten estos señores del PP y se den cuenta de que están jugando con niños, no con adultos, y que aceptamos de con cierta madurez las reglas del juego democrático.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de noviembre de 2003