Para los mexicanos, la vida sigue tras la muerte, y ayer, su comunidad en Madrid celebró el Día de los Muertos compartiendo alimentos con sus difuntos. En el Museo Antropológico, 30 niños montaron pequeños altares dedicados
a sus seres queridos y a Cristóbal Colón, informa Elisa Silió.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de noviembre de 2003