El conflicto entre el millar de funcionarios del Ayuntamiento de Cádiz con el gobierno local, del PP, permanece enquistado. Los sindicatos, que suman hoy su 15ª jornada consecutiva de encierro en dependencias municipales, acudieron ayer a la reunión de la mesa de negociación, pero el edil de Personal, Ignacio Romaní, se ausentó porque, según dijo, "no negociará si persisten las movilizaciones y chantajes".
Una decena de representantes de los sindicatos con representación en el Ayuntamiento de Cádiz (UGT, CC OO, Autonomía Obrera y el Sindicato de Policía Local) cumple hoy 15 días de encierro en demanda de mejoras laborales y salariales.
Los sindicatos piden un aumento salarial ajustado al IPC y la reclasificación de todos los grupos de trabajadores para que se les reconozca su categoría profesional. Reclaman, además, planes de pensiones con aportación inicial exclusiva del Ayuntamiento y la convocatoria de nuevas plazas fijas para los interinos y la sustitución de todas las horas extras de la plantilla por nuevos puestos de trabajo.
El comité de huelga anunció ayer que continuará con los paros parciales de una hora todos los días y que concretarán "nuevas movilizaciones".
"Estamos indignados", manifestó ayer Sebastián Martínez, secretario de la Junta de Personal, tras la ausencia del edil de personal a la mesa de negociación. Ignacio Romaní justificó su plante en "la coacción" que, según denunció, han sufrido algunos trabajadores municipales que no están respaldando las huelgas y protestas. "No podemos tolerar que se produzcan hechos impropios de una democracia como el insulto y las amenazas que ha sufrido una trabajadora que no secundó un paro", dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de noviembre de 2003