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Zapatero afirma que "hay condiciones en España para el cambio político" tras ocho años de Gobierno del PP

Después de ocho años de Gobierno del PP, "hay condiciones para el cambio político y la expectativa es la de ganar en marzo". Ésta es la previsión que ayer hizo el candidato de los socialistas a la Presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en Santiago de Chile, donde auguró un futuro luminoso para la izquierda en el mundo si mantiene sus valores clásicos pero utilizando instrumentos más adecuados para llegar a los ciudadanos. Zapatero propuso "la refundación de la Internacional Socialista" y reformas radicales del Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio y de Naciones Unidas.

El presidente chileno, Ricardo Lagos, recibió a Zapatero en el palacio de La Moneda, durante una hora, acompañado del embajador de España en Chile, Alfonso Ortiz, y el responsable de Política Internacional del PSOE, Manuel Marín. Zapatero recordó que Chile se opuso a la guerra contra Irak y supo mantener "una voz propia". Esa actitud, remachó, no ha tenido consecuencias negativas para Chile con respecto a Estados Unidos, ya que acaba de firmar un acuerdo económico de gran importancia.

Antes de entrevistarse con el presidente de Chile, Ricardo Lagos, Zapatero hizo una ofrenda floral en la tumba del presidente Salvador Allende, fallecido en 1973 durante el golpe militar de Augusto Pinochet. Con la evidente emoción de esta visita, el líder del PSOE pronunció una conferencia sobre Los desafíos del socialismo en el siglo XXI, organizada por las fundaciones Salvador Allende, Chile XXI y Friedrich Ebert.

Todo el mundo de la izquierda chilena se dio cita en la sala de sesiones de la Cámara de Diputados del ex Congreso Nacional para escuchar al nuevo líder del PSOE, presentado por la presidenta de la Cámara de Diputados, Isabel Allende. Esta dirigente socialista tuvo palabras de elogio y de recuerdo hacia el ex presidente Felipe González, muy conocido en tierras chilenas. Allende destacó la hermandad entre el PSOE y la izquierda chilena e invocó las "alegrías" que dieron los Gobiernos de Felipe González "por su política de progreso" a la izquierda chilena pero también el sufrimiento cuando empezaron "los casos de corrupción y las divisiones internas".

Zapatero quiso hablar del futuro y se mostró claramente optimista respecto al futuro de la izquierda en el mundo. Antes, había augurado su próxima victoria en España. "La expectativa es ganar y hay condiciones para el cambio político después de ocho años de Gobierno de la derecha; tenemos que merecerlo, pero creo que el cambio se confirmará en el mes de marzo".

En su conferencia no habló de la política en España, sino que atendió a la invitación que le habían hecho para que hablara del socialismo en el siglo XXI. Aunque precisó que ni está de moda ni es habitual que la izquierda en los últimos años se reivindique a sí misma, él sí lo hizo. A juicio de Zapatero, con todas las sombras que ha habido a lo largo de la historia en los gobiernos o partidos de la izquierda, sobre todo por sus aplicaciones autoritarias, en conjunto, la izquierda y el socialismo han conseguido grandes logros para los más necesitados. Ahora es el momento de seguir haciéndolo, y para empezar hay que acercar las instituciones a los ciudadanos.

Zapatero apeló "a la refun-dación urgente de la Internacional Socialista para convertirla en una organización poderosa y que anticipe las reformas en el mundo". Además, abogó por reformar las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio. "Es posible el crecimiento con la equidad", aseguró Zapatero. "La izquierda gana cuando está segura de sí misma y anticipa políticas", subrayó.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de noviembre de 2003