Los cuatro forenses y los cinco miembros del Cuerpo Nacional de Policía que declararon ayer en el juicio del caso Holgado, conocido como el del Padre Coraje, subrayaron que en la gasolinera de Jerez de la Frontera (Cádiz) en la que fue asesinado Juan Holgado no hay ni huellas ni sangre de los cuatro procesados.
Dos de los forenses declararon ayer sobre el arma homicida (18 centímetros de largo y uno de ancho, cortante y muy afilado) y las heridas de Juan Holgado. Según su criterio, éstas demostraban el "ensañamiento" con la víctima e incluso "cierta profesionalidad".
Holgado llegó a recibir hasta 28 cuchilladas en las manos, la frente, la nariz, el abdomen y en el tórax. Estas últimas, así como otras en el cuello, le causaron la muerte. Los forenses descartaron que la sangre hallada coincidiera con la de los procesados.
Los otros dos forenses se centraron en una herida del procesado Pedro Asencio y afirmaron que se produjo después del crimen. Una de las forenses constató la adicción de Asencio al alcohol y a los psicotrópicos. Dijo que esta combinación de agentes depresores tiene un efecto "desinhibidor" que conduce a decir cosas que sobrio no se dirían.
Los testimonios de los agentes se centraron en la cintas grabadas por el padre de la víctima, Francisco Holgado, conocido como Padre Coraje y en las huellas dactilares detectadas en el lugar del crimen, de las que se hallaron 20, ninguna de ellas de los procesados.
Para la sesión de hoy está previsto que testifiquen los padres de la víctima, Antonia Castro y Francisco Holgado. Minutos antes de acceder a la Audiencia, este último declaró que, en la sesión del lunes, los cuatro procesados mintieron. También negó, tal y como le acusó Asencio, de lograr las declaraciones sobre el crimen de su hijo "comprando" con "fajos" de billetes a toxicómanos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de noviembre de 2003