Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
FÚTBOL | Liga de Campeones

Roberto Carlos se lesiona y estará casi un mes de baja

No se recuerda la última vez que Roberto Carlos debió retirarse de un campo por lesión. Lo hizo ayer en Belgrado, en una noche fría y húmeda, al lanzar una falta que le rompió un músculo del muslo derecho, quizá poco entrado en calor. Sintió un tirón y no pudo seguir. Corría el minuto ocho. Al salir del campo, el médico del club, Alfonso del Corral, estimaba que el jugador podría estar dos semanas sin jugar. Otras fuentes del Madrid apuntaban posibilidades menos pesimistas: Roberto Carlos tardaría cerca de un mes en sanar. La resonancia magnética que le practiquen en Madrid determinará la dolencia con más precisión.

Desde que llegó al Madrid, en 1996, el brasileño sufrió sólo cuatro infortunios físicos. El último y más grave ocurrió en 2001, cuando padeció una inflamación en el tendón rotuliano de la rodilla derecha.

Roberto Carlos siempre tuvo fama de hombre de goma, de irrompible. El año pasado fue el jugador que más partidos jugó, después de Casillas. Su gusto por el juego y su forma física privilegiada siempre le permitieron excesos. Hasta esta temporada. El cuerpo técnico incluso vio con preocupación la cantidad de minutos que acumulaba. Las dosis de descanso con que regala Queiroz a Ronaldo, Zidane y Figo, sustituyéndoles al final de los partidos, es una norma con excepciones.

Los laterales son de los más usados: Roberto Carlos suma 810 minutos de juego en Liga y Salgado es el hombre que más tiempo lleva de competición con 900 minutos en Liga, los mismos que Casillas. El problema, como apuntó un técnico del club hace unas semanas, es que Roberto Carlos va camino de los 32 años. Tal vez haya pasado la barrera más allá de la cual el organismo dispara sus alarmas y aparece el dolor, el cansancio o las lesiones.

La noche de Belgrado comenzó desapacible y con riñas en las gradas. Los hinchas serbios se atizaron sin razón aparente, ante la contemplación reverente de la policía. Al comenzar el partido, el público hizo gala de una costumbre muy extendida en los estadios balcánicos y turcos: dio la espalda al césped y bailó una especie de danza ritual y multitudinaria al tiempo que profería gritos de aliento para sus imaginados ídolos blanquinegros.

Estaban de esta guisa los seguidores cuando se perdieron las desventuras que propició la noche y el campo, lleno de agujeros. Malbasa siguió a Roberto Carlos, lesionado y Delibasic sufrió un cabezazo fortuito de Helguera. Ambos quedaron tendidos en el área de Casillas. El serbio, una estrella en su equipo, fue llevado en ambulancia al hospital con una brecha en la frente. El cántabro se recuperó a duras penas de su descalabro. Para colmo, sufría una contractura que le impedía jugar con soltura.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de noviembre de 2003