El eslogan del PP en las elecciones del 25-M prometía bajadas de impuestos. Sin embargo, el señor Ruiz-Gallardón ha demostrado que él está por encima de los ciudadanos. Los que votamos al PP el 25-M nos sentimos indignados y engañados por la subida generalizada de los impuestos municipales en Madrid.
Pero peor todavía es el destino de ese dinero: el establecimiento de la ínsula Barataria particular de Sancho Gallardón Panza, con su nuevo descomunal palacio particular (Palacio de Comunicaciones, nueva sede del Ayuntamiento), su desmesurada corte de altos cargos (200), su ingente compaña de bufones subvencionados que ya no podrán vivir de los presupuestos de la Comunidad (ni los altos cargos ni los bufones) y su masa de sumisos súbditos.
Pero además piensa el señor Ruiz-Gallardón que los ciudadanos-súbditos somos tontos, ya que esconde la subida de todos los impuestos (y las multas, lo cual demuestra su carácter recaudador puro) detrás de una medida que supuestamente abaratará tanto el alquiler como la compra de vivienda. Supuestamente, ya que no abaratará el alquiler porque la raíz del problema es la falta por parte del propietario de esa seguridad prometida por el PP el 25-M; además, un piso "vacío" ya está penalizado vía IRPF al considerar un porcentaje de su valor como ingreso, además de tener que pagar las plusvalías correspondientes al venderlo.
Toda esta "colección" de impuestos van aumentando el precio final de la vivienda para obtener una rentabilidad determinada aparte de servir únicamente para que los políticos vean colmadas sus ansias particulares de grandeza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de noviembre de 2003