Querida Esperanza: sólo dos letras para enviarle mi más cordial enhorabuena por el estupendo resultado de las elecciones a la Comunidad de Madrid. He seguido, con detalle, todos los avatares ocurridos desde el pasado mes de mayo en la Comunidad de Madrid. Me ha parecido que, en todo momento, ha actuado usted con gran señorío y serenidad en una situación que no era nada fácil y que, con todo su equipo, han sabido manejar con gran categoría.
Pienso que ha sido, doña Esperanza, para todos los ciudadanos españoles un ejemplo de político honrado, serio y trabajador, que además ha sabido servir a sus votantes y conseguir, después de varios meses de esfuerzos duros, lograr ahora la mayoría suficiente para poder gobernar.
Le deseo lo mejor en esta nueva etapa que comienza. Para terminar, quiero reiterarle, de nuevo, mi enhorabuena, a la vez que me pongo a su disposición para ayudarle a sacar adelante, en la medida de mis posibilidades, con éxito sus nuevas responsabilidades al frente de la Comunidad Autónoma de Madrid.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de noviembre de 2003