Si el alcalde de Madrid no fuese un disciplinado miembro del Partido Popular, respondería a Rodrigo Rato:
- Es mentira que el Gobierno del PP haya bajado los impuestos. Sencillamente, ha reducido la recaudación por IRPF, compensándola con creces con una subida de los impuestos indirectos, que son mucho más injustos. El dato objetivo muestra que la presión fiscal en España subió en el período 1995-2001 un 2,2% del PIB (datos de Eurostat publicados en EL PAÍS el 14 de junio de 2003), y en 2002, un 0,4% (datos de la OCDE publicados en EL PAÍS el 22 de octubre de 2003).
- La eficaz propaganda del Gobierno ha conseguido hacer creíble la mentira de la bajada de impuestos por el clásico método de repetir la mentira miles de veces.
- Madrid necesita mucho más que un "lavado de cara", algo que ha emprendido ya el alcalde en los barrios más depauperados de la capital. El vicepresidente Rato no ha pisado las calles de Tetuán, San Blas o Carabanchel, porque lo único que le importa es que las cuentas macroeconómicas le salgan bien, independientemente del bienestar decreciente de la población.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de noviembre de 2003