Astrónomos de Francia, Italia, Reino Unido y Australia han descubierto la galaxia más cercana de la Vía Láctea detectada hasta el momento. Está a 25.000 años luz del Sistema Solar y a 42.000 años luz del centro galáctico y por ahora se la conoce como galaxia enana de Canis Major, por la constelación en la que se observa. Se trata de una galaxia pequeña que está en colisión con nuestra Vía Láctea y está más cerca que otra similar, descubierta en 1994, que está sufriendo el mismo proceso. El hallazgo, señala la Royal Astronomical Society británica en un comunicado, muestra que la galaxia a la que pertenece el Sol forma su disco a costa de absorber materia de otras galaxias satélites más pequeñas.
Este conglomerado de estrellas había pasado inadvertido hasta ahora oculto por las nubes de polvo del disco de la Vía Láctea, y se ha vislumbrado gracias a observaciones en infrarrojo (realizadas en el marco del programa 2 Mass). En concreto, los astrónomos han seguido el rastro de un tipo de estrellas gigantes rojas que son especialmente brillantes en infrarrojo y las han utilizado como indicadores para reconstruir la forma y localización de la galaxia, ya que el resto de sus estrellas son demasiado apagadas y no se ven, según explica Nicolas Martin, del Observatorio de Estrasburgo.
Los astrónomos afirman que han descubierto de este modo el cuerpo principal, desmembrado, de la galaxia enana de Canis Mayor y largos filamentos de ella. Parece que flujos de astros de este conjunto estelar arrancados por el canibalismo de la Vía Láctea, no sólo se agregan a las regiones externas del disco de nuestra galaxia, sino que pueden incluso pasar cerca del Sol.
"A escalas galácticas, la enana de Canis Mayor es un peso ligero de unos mil millones de soles", dice Michele Bellazzini, del observatorio de Bolonia (Italia). "Probablemente no durará mucho esta pequeña galaxia: está siendo estirada y empujada por la colosal gravedad de nuestra Vía Láctea, que poco a poco está robando sus estrellas y desgarrándola". Su colega Geraint Lewis, de la Universidad de Sydney, añade que la enana de Canis Mayor puede añadir un 1% de masa a nuestra galaxia.
Los especialistas creen que las grandes galaxias crecen hasta su actual colosal tamaño a costa de vecinas más pequeñas. Se sabe que gracias a este canibalismo añaden estrellas a sus grandes halos, pero hasta ahora no se había constatado que también los discos galácticos pueden crecer así.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de noviembre de 2003