He oído en la radio que Jordi Pujol decía: "Hem d'estimar Catalunya".
Señor Pujol, yo soy catalán, quiero mi lengua y quiero a Cataluña, pero estoy cansado de este nacionalismo romántico.
Yo, y supongo que mucha gente como yo, lo que necesita es una educación pública de calidad, una sanidad pública de calidad, más pisos de protección oficial, etcétera. La lista podría ser bien larga.
Con todos los respetos, que ustedes quieran a Cataluña me parece bien, pero si eso va acompañado de una política conservadora, que recorta prestaciones sociales a favor de conciertos y privatizaciones, no me interesa. Preferiría que no la quisiesen tanto y prestasen más atención a las necesidades sociales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de noviembre de 2003