Tanto Cataluña como España han dejado atrás desproporcionadas tasas de paro que en 1985, por ejemplo, afectaban al 22% de los trabajadores. Esos niveles volvieron a registrarse una década después, coincidiendo con otro periodo de recesión económica que dio paso a una recuperación hasta llegar a tasas del 11,3% en el caso español y del 9,6% en el catalán.
Esta ligera diferencia en favor de Cataluña que se ha mantenido en las dos últimas décadas se debe, según el profesor del IESE Jordi Gual, a una "mayor concentración de bolsas de paro en Andalucía y Extremadura" que influyen en la media española. Gual cree que aún no se puede hablar de niveles de paro "satisfactorios" si se tiene en cuenta que la tasa de empleo no es muy elevada y que España cuenta con el mayor porcentaje de parados de la UE.-
J. C.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de noviembre de 2003