La Cámara baja del Parlamento alemán (Bundestag) aprobó ayer, con los votos de la coalición de Gobierno, el paquete urgente para el saneamiento del sistema de pensiones, que implicará un recorte de las jubilaciones en 2004.
La mayoría rojiverde del Bundestag dio el visto bueno al paquete de medidas, que supondrá una congelación de las pensiones para los casi 20 millones de jubilados alemanes, que no tendrán el hasta ahora habitual aumento anual (en torno a un 1%). Asimismo, el paquete contempla que los pensionistas asuman al completo el seguro por incapacitación (un 1,7%), del que hasta ahora les correspondía pagar la mitad.
Ambas medidas supondrán un recorte de facto de las pensiones, lo que el Gobierno defiende como sacrificio doloroso, pero socialmente aceptable, ante el abultado déficit de las cajas de pensiones. Según estimaciones gubernamentales, la resultante de ambas medidas implicará una reducción de unos 10 a 15 euros mensuales para lo que se considera un jubilado medio alemán (que recibe en torno a 1.000 euros al mes). A cambio del sacrificio, el Ejecutivo considera que conseguirán mantenerse las cuotas al seguro de jubilación en su actual nivel, sobre el 19,5% de los sueldos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de noviembre de 2003