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Crítica:TEATRO | 'Dom Juan'

El amante viejo

Don Juan es viejo, reflexivo, glacial, seguro: choca un poco con la tradición española, incluso francesa, del amante apasionado y directo. Está bien: Molière hizo el malo de una pieza, el malo absoluto, aunque en una de sus contradicciones -y tiene muchas- este perverso ateo se dirige al público y explica lo que es la hipocresía de los demás, la de quienes hacen el mal fingiendo el bien. El público lo acoge con rumores de satisfacción: encuentra nuestro tiempo retratado. Lo más amargo es saber que siempre ha sido así, no que ahora hayamos recaído en la mojigatería canallesca. Griegos y romanos ya lo contaban. Cuando, en una de las piruetas del genial autor, Don Juan aparece convertido para engañar más, su criado Sganarelle comenta que era el último pecado que le quedaba por cometer. Las contradicciones de ésta y otras obras clásicas están en la necesidad de acomodarse a la censura y poder fustigar el vicio actual. Prácticamente, esa "complacencia" la representa Sganarelle, obligado a seguir y elogiar la vida de su amo, amenazado por sus palos y por la pérdida de su sueldo pero convencido de su falsedad y de su pecado: creo que es la primera vez que aparece como "censurado" el bienpenasnte, por ese artificio: el protagonista de la hipocresía es él. Muchas veces se ha pensado o dicho que el protagonista verdadero de la obra es Sganarelle; eso puede hacer que yo mismo prefiera en esta representación al actor que le representa, Christian Colin, al que hace el papel de Don Juan. Este, Andrzej Seweryn, tiene que cargar con el malo total y aguantar la sorpresa inicial de la edad, cosa que ha elegido el director voluntariamente, incluso contra el texto y que tiene esas ventajas de añadir frialdad y reflexión al querido miserable. Nada de esto disminuye la calidad profesional del actor, que lo hace muy bien; como todos en esta representación ejemplar.

Dom Juan ou le festin de pierre

Molière. Intérpretes: Simon Eme, Andrzej Seweryn , Bruno Raifaelli, Éric Ruf, Christian Cloarec, Jérôme Huguet, Emmanuelle Wion, Christian Cohn, Elsa Lepoivre, Odile Grosset-Grange, Roxana Carrara, Enrico Horn. Escenografía y vestuario: Rudy Sabounghi. Dirección: Jacques Lassalle. Compañía de La Commédie Française en gira con el Atelier Théâtre Actuel. Festival De Otoño. Teatro de La Zarzuela.

Supongo que esta dirección de escena y en estos decorados incluye la condición viajera de esta compañía perteneciente a la Commedie. Un juego de cortinas rojas en movimiento mantiene el movimiento que podría faltar al decorado único, y añade una belleza suplementaria; los trajes son en algún momento excesivos: no veo la necesidad de romper el carácter de Don Juan con un maquillaje en blanco y rojo.

Pero regreso a la base: la compañía sigue teniendo la perfección, la entereza de voz y gesto, que desde hace años hacen de ella un modelo de gran teatro.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de noviembre de 2003