Las grandes subastas de arte son cosa de Londres o Nueva York. A veces se acercan a otras ciudades. Es lo que ha hecho Sotheby's, que durante tres días y hasta ayer, ha traído al hotel Ritz una muestra de las 70 obras de pintura española que subastará el 18 de noviembre en la capital británica. Los madrileños han podido contemplar obras de Sorolla, Zuloaga y otros pintores de finales del siglo XIX y principios del XX y, si se dispone de dinero suficiente, hacerse con una de estas obras de arte.
"Es muy importante para los coleccionistas ver la obra directamente", aseguraba ayer la directora general de Sothebys en Madrid, Hélène Marie Montgomery. A la mayoría de los que visitaban la exposición ayer les movía, sin embargo, la curiosidad cultural más que el negocio. "Tal y como se están poniendo los precios, sólo van a poder disfrutar del arte los museos", se quejaba una pequeña coleccionista.
La hora del baño de Joaquín Sorolla, valorado en una horquilla de entre 4,3 y 5,75 millones de euros, era el cuadro estrella en torno al cual se arremolinaban más visitantes. Esa horquilla es la única pista que tienen los coleccionistas, pues en las subastas anglosajonas no hay precio de partida, explicó Montgomery. La ganga de esta puja, que va por la cuarta edición y que el año pasado consiguió vender todas las obras, son dos cuadros de Jenaro Pérez Villamil (entre 18.000 y 26.000 euros).
Los 28 cuadros expuestos proceden de museos y colecciones particulares de Estados Unidos, España, Francia, Suiza y otros países y llegaron a Madrid el lunes. Sotheby's, que no ha calculado el número de visitantes madrileños, estima que recaudará siete millones de libras (algo más de 10 millones de euros) por su venta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de noviembre de 2003