Esta vez no se han desatado las masas en Múnich para recibir a Adolf Hitler. El dictador alemán ha regresado con otra actitud a la ciudad alemana de la mano del artista Maurizio Catellan, cuya escultura forma parte de Partners, una exposición colectiva que se inauguró ayer y que muestra hasta el 15 de febrero una selección de la colección de Ydessa Hendeles, una mujer que nació en 1948 en el seno de una familia judía que sobrevivió al holocausto y que ha conseguido reunir piezas -de Diane Arbus, On Kawara, Walker Evans...- en su fundación de Toronto, Canadá, que buscan, sobre todo, provocar interrogantes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de noviembre de 2003