El objetivo teórico de la reunión que ayer mantuvo Mariano Rajoy, el líder del PP, con una docena de asociaciones de víctimas del terrorismo era reiterar su "firme voluntad de mantener el Pacto Antiterrorista y de acabar con el terrorismo". El objetivo real era lograr su apoyo explícito como voces respetadas a la pretensión del PP de que los constitucionalistas se ofrezcan como alternativa al nacionalismo en Euskadi. Esta propuesta cuenta con el rechazo, también explícito, del PSE-PSOE.
Y Rajoy logró su objetivo, tras dos horas de reunión, con representantes de las asociaciones Miguel Ángel Blanco, Gregorio Ordóñez, Andaluza de Víctimas, AVT, Fundación para la Libertad, Basta Ya, Manuel Broseta, Fundación Víctimas del Terrorismo, Manos Blancas, Foro de Ermua, Tomás Caballero y Jiménez Becerril. El líder popular compareció ante los periodistas acompañado por Ana Vidal Abarca (Fundación Víctimas del Terrorismo), Luis Portero (AVT) y María del Mar Blanco (Miguel Ángel Blanco).
Los tres, con distinto énfasis, anunciaron su "decisión de contribuir con todo lo que se pueda, y no de forma testimonial" en la construcción de esa alternativa "para que en el País Vasco se recupere la libertad". Portero aprovechó la presencia de medios para pedir públicamente una reunión con el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, para exponerle su posición y conocer los proyectos del PSOE en este asunto.
Procedimiento
El líder popular resumió en tres ejes sus pretensiones: que cuaje la convicción de que es necesario el cambio de gobierno en el País Vasco, es decir, que los nacionalistas pierdan las elecciones, porque sólo así quedará arrumbado el plan Ibarretxe; que todos los que se lo crean hagan "un esfuerzo por explicarlo", y, sobre todo, que dediquen "varios meses a pactar el procedimiento para concretar ese cambio político". El PP dice que no pretende una lista conjunta con el PSE, pues suman más por separado, pero sí quiere escenificar (con asociaciones de víctimas, empresarios y otros colectivos sociales) que los partidos constitucionalistas pueden ser la alternativa política en Euskadi.
Hasta ahí, misión cumplida. Además, en la rueda de prensa, Rajoy escenificó cómo entiende él las relaciones con los medios. Hubo tres preguntas sobre las diferencias que se han visto en el PP esta semana. A las dos primeras, dijo que no quería contestar. Después negó la posibilidad de nuevas preguntas. No dijo "hoy no toca", como Jordi Pujol, pues posiblemente tampoco tocará mañana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de noviembre de 2003