Todos le apretaron, y a fondo, y le colocaron contra las cuerdas. Quedó tocado, pero Artur Mas, el candidato de CiU, no cayó a la lona. Los líderes de los cuatro partidos de las oposición sacaron anoche en el único debate televisivo (TVE-Cataluña y TV3) toda su artillería pesada. Intentaron poner de manifiesto las contradicciones de la formación que durante 23 años ha gobernado Cataluña. Pero un hierático Mas, con la lección bien aprendida, se mantuvo, con dificultades, a flote. "Yo he levantado pancartas ahora y durante la dictadura, ¿puede usted decir lo mismo, señor Mas?", le espetó el candidato republicano, Josep Lluís Carod. El cabeza de lista de CiU le contestó afirmativamente con una ancha sonrisa.
Ese fue de los momentos personales de un debate de alto contenido político que tuvo brillantez y tensión, pero que resultó confuso en cuanto a conclusiones. Pasqual Maragall, por el PSC; Joan Saura, por Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA); Josep Piqué, del PP; el republicano Carod y el convergente Mas se esforzaron más por reforzar su perfil propio que por dar pistas sobre futuras alianzas. No faltaron los guiños a ERC, por parte de socialistas y convergentes. Maragall expresó su temor a que un pacto CiU-ERC "bloquee el cambio y dé pie a una continuidad maquillada". Eso fue después de que Mas cortejara de forma manifiesta a los republicanos como fórmula de futura alianza.
Carod evitó dar cualquier tipo de pistas en un debate en el que reafirmó su papel de buen orador. Maragall expresó ideas brillantes con defectos de forma en la expresión. Mas se mantuvo en su papel de eficaz candidato con el guión bien aprendido, Saura estuvo agresivo y brillante en su papel de candidato ecosocialista, y Josep Piqué puso de relieve su inteligencia para no aparecer como el candidato más aislado en el debate televisivo.
Las alianzas se dibujaban y borraban según los bloques y el asunto que se abordaba. Por ejemplo, CiU se quedó sola cuando sobre ella se vertieron acusaciones de haber bloqueado o haber desarrollado en toda su potencialidad las competencias autonómicas. En este asunto se volvió a reeditar un cuatro contra uno en el que se puso de relieve que en 23 años de autogobierno CiU ha sido incapaz de abordar la elaboración de nueva ley electoral.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de noviembre de 2003