El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, situó ayer a la misma altura al presidente del Gobierno, José María Aznar, y a la antigua Herri Batasuna (HB) por mantener "actuaciones políticas" similares que tratan de "quitar legitimidad al Parlamento vasco como foro de debate de proyectos políticos". Imaz se refirió en San Sebastián al recurso contra el plan Ibarretxe presentado por el Ejecutivo central ante el Tribunal Constitucional, cuyo objetivo, manifestó, es "evitar el debate y el diálogo democrático en una sociedad plural".
Imaz instó al Constitucional a ser "coherente con sus principios" para que el recurso "ni siquiera sea admitido a trámite", aunque aañadió que el tribunal podría ceder al "intento de intromisión política de Aznar", a quien calificó de ser "un auténtico peligro para la sociedad vasca, para la española y para la propia democracia". A los miembros del Constitucional les lanzó una advertencia: "Está en juego el sistema de garantías y libertades en el Estado español". Y agregó que, si acepta el recurso, este tribunal "pasará a la historia de Europa como el que impidió y paralizó un debate político y democrático". En referencia a la propuesta del lehendakari, aseguró que no es un plan de "secesión y ruptura", sino "un proyecto de convivencia y reforma del autogobierno vasco".
Imaz defendió que el Gobierno central "no va a poder parar el debate" sobre el plan Ibarretxe, aunque no quiso revelar qué hará el Ejecutivo vasco si el Constitucional suspende su tramitación en la Cámara de Vitoria. En este sentido, recordó que la propuesta soberanista "no tiene efectos jurídicos hasta su aprobación por las Cortes Generales".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de noviembre de 2003