Ronaldinho apenas jugó más de un cuarto de hora. La rotura fibrilar de grado dos en el muslo derecho que sufrió, según el parte médico, le apartará de la actividad de dos semanas a un mes. Una vez sometido a una revisión médica más exhaustiva, el club decidirá si el brasileño viaja esta tarde a Brasil para incorporarse a la concentración de la selección que jugará los próximos días 15 y 19 frente a Perú y Uruguay para la clasificación del Mundial 2006.
La imagen de la lesión de Ronaldinho fue seguida con lupa en el Camp Nou. Transcurría el cuarto de hora del partido, con el marcador a cero, cuando la atención del estadio se centró en lo que sucedía en el córner derecho de la zona de ataque del Barça. Ronaldinho, en un corto sprint notó un pinchazo, se paró y se tocó el muslo derecho. El juego continuó, pero la acción del brasileño no pasó desapercibida.
Fueron tres minutos de incertidumbre desde que Ronaldinho notó el pinchazo en su pierna hasta que pidió el cambio. Quiso continuar, pero apenas realizó una corta carrera se dio cuenta de que la lesión era más grave de lo que suponía. Se acercó al banquillo para consultar con el médico del equipo, Lluís Til. Después de una rápida exploración, el doctor intuyó lo peor y aconsejó al jugador que abandonara el césped. Comprometido como está con el Barça, Ronaldinho se negó e intentó continuar con una venda compresiva en su pierna.
Ronaldinho se reintegró al juego, pero el esfuerzo fue en vano. Apenas 20 segundos y a la ducha. Rijkaard, sin pestañear, ordenó a Kluivert que sustituyera al brasileño.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de noviembre de 2003