La octava sesión del segundo juicio por el asesinato de Juan Holgado (26 años) el 22 de noviembre de 1995 en una gasolinera de Jerez, volvió a estar jalonada de testimonios contradictorios y desmentidos. David Domínguez Melero, en sus declaraciones en la comisaría y en el Juzgado número 5 de Jerez, aseguró que Domingo Gómez Franco, alias El Dominguín, uno de los cuatro procesados, le propuso "dar un palo" en una gasolinera el mismo día que tuvieron lugar los hechos. Sin embargo, Domínguez, al igual que han hecho otros testigos, se retractó ayer de todo lo dicho. Con muchas imprecisiones y evasivas, el testigo dijo haber sido presionado por la policía cuando prestó declaración en la comisaría, aunque no supo explicar por qué se ratificó después en los juzgados de Jerez. "Yo, sobre la muerte de ese muchacho, no sé nada, ni he chivado nada. Firmé porque no sabía lo que ponía en la declaración", manifestó en una de las pocas frases con sentido que logró pronunciar durante el interrogatorio.
En la sesión de ayer también subió al estrado Juan de Dios Rincón, el propietario de la casa donde, según la investigación, se planeó el atraco y adonde fueron los presuntos asesinos después del crimen para lavarse las manchas de sangre y gastar el botín en drogas. "Allí nunca se ha hablado de atracar una gasolinera", dijo Rincón. El testigo negó de forma rotunda que diese dos botellas de agua a los acusados para que se lavaran. "No les pude dar el agua por la ventana porque las botellas no caben por ahí y no salí a la calle para dar agua a nadie", afirmó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de noviembre de 2003