La impugnación por el Gobierno central del plan Ibarretxe ante el Tribunal Constitucional "suspenderá inmediatamente" su vigencia, una vez que el alto tribunal comunique la formalización de la impugnación. Expertos en Derecho Constitucional interpretan que el artículo 64.2 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional permite esa suspensión automática. Desde el Gobierno vasco se considera un atentado paralizar el debate.
La impugnación gubernamental de resoluciones de las comunidades autónomas, prevista en el artículo 161.2 de la Constitución, está regulada en el Título V de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (LOTC). Dicho título establece que la impugnación "se sustanciará" según prevén los artículos 62 a 67 de dicha ley.
Precisamente el artículo 64.2 de la LOTC establece que "si el conflicto hubiere sido entablado por el Gobierno una vez adoptada decisión por la comunidad autónoma y con invocación del artículo 161.2 de la Constitución Española, su formalización comunicada por el Tribunal suspenderá inmediatamente la vigencia de la disposición, resolución o acto que hubiesen dado origen al conflicto".
La admisión de la impugnación gubernamental de la propuesta de Ibarretxe no requiere una motivación jurídica. No obstante, fuentes del Tribunal Constitucional señalaron ayer que, dada la trascendencia del caso, la decisión será tomada por el pleno -a pesar de que basta una sección de tres magistrados- y se motivará.
La suspensión de la propuesta del Gobierno de Vitoria proseguirá "hasta que el tribunal resuelva ratificarla o levantarla en plazo no superior a cinco meses, salvo que, con anterioridad, hubiera dictado sentencia", según establece el artículo 77 de la LOTC. Las mismas fuentes recordaron que la resolución que ratifique o levante la suspensión también será, en todo caso, motivada.
Por parte del Gobierno vasco, su portavoz, Josu Jon Imaz, pidió ayer al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que dicte un auto de inadmisibilidad del recurso contencioso-administrativo planteado por la Diputación de Álava contra el plan Ibarretxe, al no ser su competencia. La admisión a trámite de este recurso no implicaría la suspensión de la tramitación, al contrario que ante el Constitucional. Imaz dijo que "en condiciones normales, el tribunal no debiera de admitirlo a trámite", , sugiriendo que en caso contrario sería más una decisión política que jurídica.
Mientras, en Salzburgo (Austria), el presidente de Extremadura, el socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, pedía que las regiones europeas nieguen "legitimidad política" a "planes secesionistas" como el del lehendakari, Juan José Ibarretxe, quien a su vez sostenía que su propuesta es "legítima" y "no pretende romper con España". Ambos mandatarios intervinieron en la IV Conferencia de Presidentes de Regiones con Poder Legislativo (Regleg), y a la que asistieron únicamente estos dos presidentes autonómicos españoles.
Ibarra solicitó a las regiones europeas que nieguen "legitimidad política a quienes quieran utilizar Europa no para regionalizar, sino para saltar por encima de su Estado miembro" con propuestas secesionistas. Pidió a la conferencia una declaración para decir que "fuera de Europa hace mucho frío y que ésta no admitirá jamás en su seno a nadie que, formando parte de un Estado miembro, se secesione o se separe". "Esto sería un gran servicio que haríamos a Europa, al movimiento regional europeo y a cualquier veleidad secesionista que pueda presentarse en el futuro en el seno de la UE", añadió Rodríguez Ibarra, quien llegó a la conferencia cuando ya había hablado el lehendakari.
"Yo aspiro a seguir formando parte de la Regleg, pero Ibarretxe a lo mejor se despide hoy, ya que aspira a formar parte de una estructura diferente de lo que es regiones con poder legislativo para ocupar un asiento en el Consejo de Ministros de la UE", afirmó.
Ibarretxe, en un turno de réplica, respondió a Rodríguez Ibarra que no comparte sus ideas, "pero", dijo, "las respeto y me parece que sería bonito que tú en este foro me dijeras lo mismo". Irónicamente, Ibarretxe se dirigió a "mi amigo" Ibarra para señalar: "Si hubieras venido al comienzo de la reunión, hubieras escuchado que he dicho que para los vascos la Constitución europea es un paso muy importante, que respeta la identidad de los pueblos en Europa y los acuerdos políticos que se hayan de producir entre las instituciones de los Estados miembros".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de noviembre de 2003