Soy alumna de 1º de Alemán en la E.O.I. de Collado Villalba y estoy indignada porque, oficialmente, las clases empezaron el 1 de octubre, pero 1º de Alemán no ha empezado a fecha 22 de octubre, porque la profesora de los tres grupos de este curso está de baja y no llega ningún sustituto. La culpa no es de la escuela, sino del pésimo sistema para tramitar las sustituciones.
Esta situación es una vergüenza. Si un sistema deja sin clase a los alumnos durante cuatro semanas, ¿no habrá que cambiarlo? Lo que importa, y lo que hay que respetar, no es el sistema ni las pautas que algún funcionario ha establecido y otros siguen al pie de la letra. Al fin y al cabo, la labor de las autoridades y la de los funcionarios es hacer que las cosas funcionen. ¿O no?
Llevamos cuatro semanas sin clase y sin profesor porque el sistema es así y los responsables de encontrar un sustituto cumplen con su trabajo, que es seguir el procedimiento. Tienen que cumplir con los procedimientos, independientemente de que así se solucionen los problemas o no. Y para mí, no tener clase es un problema que el sistema no me soluciona. Lo que importa, y lo que hay que respetar, es el derecho que tenemos los alumnos de recibir clases y de tener un profesor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de noviembre de 2003