No ha aguantado ni un año. La histórica unidad de acción sellada en enero por todos los sindicatos con representación en la Ertzaintza se ha resquebrajado por la "autoexclusión" o la "expulsión", según quién sea el que explique lo sucedido, de la central Sipe.
En las dos últimas reuniones intersindicales celebradas el 29 de octubre y el 6 de noviembre, las centrales discutieron sobre los pasos a seguir en el conflicto que mantienen con Interior por la "falta de seguridad" y por motivos salariales. ELA había remitido una misiva a sus afiliados en las que planteaba en enero una huelga.
El Sipe analiza en un comunicado titulado Hasta aquí hemos llegado que este paro ha sido "la disculpa de Erne y CC OO para no seguir con las movilizaciones". El Sipe, surgido de una escisión de UGT, quería trasladar la propuesta del paro para su discusión en el colectivo y cree que la negativa a hacerlo buscaba "congelar el conflicto", porque había ya un acuerdo con Interior. Los otros cuatro sindicatos han respondido en una nota conjunta con el explícito título El Sipe cede a las presiones de Interior. "Nunca ha sido fácil la unidad de acción, precisamente por lo diferentes que somos". Y desmienten "todo rumor o afirmación realizada desde el Sipe que indique negociaciones secretas, pasotismo, debilidad o falta de coraje".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de noviembre de 2003