Engañados deben sentirse los votantes del PP de Benalmádena tras la firma del pacto con Bolín, que, tal como lo presentan el presidente del PP de Málaga, Joaquín Ramírez, y Enrique Bolín, no es sólo para gobernar con mayoría absolutísima, sino que pretenden la desaparición de los bolineros y que Bolín no se presente como alcalde nunca más, y que todos los de Bolín pasen al PP. Habrá que preguntarse a cambio de qué, es tal vez así como piensa Bolín limpiar su imagen pública manchada desde lo del yate y por lo que la AP de entonces, ahora PP, lo expulsó.
Engañados deben sentirse los votantes del PP y los asistentes al mitin de campaña que dieron en la plaza de la Mezquita, donde tanto el candidato, Jesús Fortes, como Javier Arenas, juraron y perjuraron que jamás pactarían con Bolín.
Engañados y defraudados debemos sentirnos todos los ciudadanos de Benalmádena cuando, después de las elecciones, vimos cómo Bolín perdía la mayoría absoluta y por unos pocos momentos vivimos la posibilidad de un pacto entre los tres partidos del arco democrático (IU, PSOE y PP), y, por fin, poder librarnos de Bolín; pero no pudo ser, ya que los intereses urbanísticos que se mueven detrás del PP y de Bolín son muchos y los cuatro del PP junto a los 10 de Bolín los podrán hacer realidad. ¿Cómo? Más urbanizaciones con viviendas a 30 ó 40 millones, construcciones en zonas verdes, monorraíl, edificio singular, ampliación del puerto, etcétera.
Y nos han engañado, en definitiva, a todos, pues para que los ciudadanos vayamos notando (sobre todo en el bolsillo) lo que nos espera con este pacto recién firmado, se van a estrenar aprobando una subida de impuestos del 300% en la basura y el 33% en el IBI.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de noviembre de 2003