Ciertos empresarios se estarán frotando las manos. A tenor de las reiteradas sentencias que se vienen produciendo, cuanto más se escatime en medidas de seguridad, cuanto mayor sea el riesgo del puesto de trabajo, tanto más fácil será que los jueces sentencien que la responsabilidad de los accidentes es del trabajador.
Se podrá jugar con la vida de quien necesita trabajar, el eslabón más débil, con total impunidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de noviembre de 2003